Con el Padre y un público muy variado en Pamplona el 29 de julio
- tonovelasco
- 20 ago
- 3 Min. de lectura
En la tertulia se mezclan, como veréis en el vídeo que acompaña a este comentario, hombres, mujeres, sacerdotes, gente joven y no tan joven... en fin, una multitud que refleja bien lo qué es el Opus Dei.

Para los que os asomáis a esta web, leéis lo que escribimos, oís los comentarios del evangelio u os entretenéis con los vídeos que publicamos –con ponentes de altísimo nivel–, os habréis dado cuenta que el Ateneo de Teología es un lugar de reunión de sacerdotes con mucha vida.
Aquí, como apreciáis, nos guía el espíritu del Opus Dei, que es, en palabras de su Fundador, una “partecica de la Iglesia”; una familia, un Padre y sus hijos: el conjunto de los miembros que la forman en su totalidad –laicos y sacerdotes– y el numeroso grupo de sacerdotes diocesanos repartidos por el mundo que, a través de la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz, compartimos la misma espiritualidad que nos ayuda a vivir nuestro sacerdocio buscando la santidad en el ejercicio de nuestro ministerio. Como le gustaba repetir a san Josemaría, siendo en las encrucijadas del mundo –nosotros, sacerdotes–, quizás las encrucijadas de las estrechas carreteras que unen los pequeños pueblos en los que uno es párroco, o en otros niveles urbanos o académicos … sacerdotes, sacerdotes, sacerdotes cien por cien.
¡Qué buena definición leí hace años; se me quedó tan grabada que la retengo todavía! Es sobre la asociación de los sacerdotes de las diócesis a la Sociedad Sacerdotal de la Santa Cruz: decía el gran profesor, don Pedro Rodríguez, de permanente recuerdo, que consideraba a estos sacerdotes como el fruto de la autoapertura de los sacerdotes de la Prelatura hacia sus hermanos presbíteros de las diócesis en las que el Opus Dei trabaja; idea sencilla y clara para entender nuestra relación con el Opus Dei.
Husmeando por internet di con este vídeo que traemos a nuestra página web por sus contenidos tan familiares para nosotros que son, además, vida propia. Todo aquel que lo vea apreciará una realidad sobrenatural que, si no la comparte o le es compartida, se puede estar perdiendo una riqueza grande que le ayudaría a su mejora personal.
En sus comentarios, el Padre nos ayuda a entender la importancia de la oración, siempre necesaria en nuestra vida, aunque sea un momento acordándonos de los que sufren; el afán apostólico que deriva del pensamiento de san Josemaría : “está todo hecho y está todo por hacer”, sobre todo en cada persona a la que debemos llegar para acercarla a Dios; el cuidado de los demás, en particular aquellos que padecen enfermedad, soledad o son mayores. Esto me recordó la publicación de don José Manuel Horcajo, “El espíritu del cuidado”, que tanto atrae en el mundo actual tan marcado por su singularidad. El Padre nos habló también de que la experiencia del Cielo en la tierra está siempre presente para cada uno pues en nosotros, porque en nuestra alma en gracia está Dios y donde está Dios está el Cielo. Nos habló también de la vocación al celibato apostólico, al sacerdocio, al modo de vivir un determinado carisma de la Iglesia; de la respuesta a la llamada de Dios que sigue llamando en estos tiempos, en la que no sólo es protagonista quien la recibe sino también quienes están a su alrededor, especialmente los padres, que ayudan a cuidar la fidelidad en quien fue tocado por el dedo de Dios.
Pero es mejor que veas el vídeo: el contenido de un carisma, el que es propio del Opus Dei está ahí guardado, son las palabras del Padre. Comprenderás así la razón de esta presentación inicial.
José Ignacio Varela
Ateneo de Teología