90 aniversario de la publicación de
Consideraciones Espirituales en Cuenca
Los días 25 y 26 de junio tuvieron lugar en la ciudad de Cuenca diversos actos para conmemorar el 90 aniversario de la primera impresión en esta ciudad del libro Consideraciones espirituales de san Josemaría Escrivá de Balaguer, que más tarde fue llamado Camino.
¡Qué día tan grande vivimos el último martes, 25 de junio, a las 19:30 horas, en nuestra ciudad!
Hemos celebrado un acto para conmemorar el 90 aniversario de la publicación de Consideraciones Espirituales, obra que poco después pasó a llamarse Camino. ¡Qué orgullo para nosotros, los que vivimos en Cuenca, que fuera aquí donde se imprimiera la primera edición!
Fotografía de la Imprenta Moderna en la época de la impresión de Camino.
El acto consistió en una mesa redonda que no pudo contar con mejor elenco de ponentes: presidido por D. José María Yanguas, nuestro obispo; D. Lluís Clavel Ortiz-Repiso, Presidente de la Academia Santo Tomás de Aquino en Roma y D. José Carlos Martín de la Hoz, Director de la Oficina de la Causa de los Santos de la Prelatura del Opus Dei. Ellos fueron analizando los hechos y circunstancias que llevaron a san Josemaría a visitar en varias ocasiones la ciudad de Cuenca y, además, se abordó su relación con el Beato Cruz Laplana, obispo de Cuenca entre 1921 y 1936 que, a la vez, era familia de la madre de San Josemaría. Éste estaba haciendo, por entonces, la tesis doctoral en Derecho en Madrid y vino a Cuenca en varias ocasiones a entrevistarse con el obispo que quería contar con él. Sin embargo, San Josemaría tiene otros planes; sabía lo que Dios le pedía y le cuenta a Don Cruz Laplana: “abrir los caminos divinos de la tierra”.
Se ofreció, por parte de los ponentes, una visión muy profunda y documentada sobre la relevancia histórica y espiritual de Consideraciones Espirituales y su impacto en la sociedad. Según las palabras de Don José Carlos, Camino tiene una estructura divina y está escrito por el Espíritu Santo; fue fruto de la oración de San Josemaría. Nos invitó a leer la edición crítica que se ha hecho de Camino por Fidel Sebastián, filólogo, que tenía prevista su asistencia, pero que finalmente no pudo acudir.
S.E.R. Mons. D. José María Yanguas, Obispo de Cuenca, bendice el cuadro de san Josemaría colocado en la parroquia de san Esteban en Cuenca con motivo del aniversario de la publicación de Consideraciones Espirituales en 1934.
Resulta muy difícil resaltar lo más destacable de las intervenciones porque todo era tan profundo, tan espiritual y a la vez tan cercano y familiar que cada mensaje que se dijo es digno de mención.
Don Lluís convivió con San Josemaría en Roma, llegó con 17 años y resaltó su cariño, su cercanía, su alegría, su vivacidad, su carácter aragonés. Entre las anécdotas que contó, llamó la atención una que un sacerdote le preguntó de forma improvisada: Padre para usted ¿ qué es lo mejor?, de forma rápida, espontánea respondió: “hijo mío, para mí lo mejor es ser hijo de Dios”. También contó con qué amor tan profundo a la Iglesia y al Papa vivió la época del Vaticano II: “apareció por las calles de Roma un insulto muy fuerte sobre Pablo VI, me acuerdo que dijo, vamos a rezar una avemaría para restituir el insulto al Papa”.
Una vez finalizadas sus intervenciones, se le dio opción al público de hacer preguntas. Una de ellas fue sobre su devoción a la Virgen: ¿cómo lo manifestaba san Josemaría? Don José Carlos respondió a esta cuestión; fue testigo presencial: una vez iba diciendo algo entre dientes y estuvieron atentos a lo que iba balbuceando: “Madre, Madrecita, Mamá”. Con estas palabras tan sencillas y tan llenas de amor invocaba a la Virgen.
Carmen Santisteban