El lunes 17 de octubre visitó el Ateneo de teología Monseñor Juan Aznárez, arzobispo castrense de España, nombrado hace pocos meses. Vino acompañado de Carlos Jesús Montes, el Vicario general del arzobispado castrense de España, muy conocido y querido por todos en esta casa.
El prelado impartió la segunda meditación del retiro. Comentó el pasaje de la primera carta los Corintios de San Pablo en que habla del anuncio de Cristo crucificado, para el mundo escándalo y necedad, pero para los creyentes salvación, sabiduría y fuerza de Dios. Animó a los veintitantos sacerdotes asistentes a evangelizar con audacia y calma.
Compartió el almuerzo en la mesa con don José Javier Marco, Vicario del Opus Dei de la delegación de Madrid este.
Durante la tertulia nos contó su itinerario vocacional. Hijo de padres de extracción sencilla que emigraron a Tudela en Navarra. Después de sus estudios de Sagrada Escritura en Roma, trabajó en la diócesis de Pamplona en diversas parroquias rurales y urbanas. Fue tres años Vicario general y hace nueve años consagrado obispo auxiliar de esa diócesis.
Ahora se encuentra ilusionado en su nueva misión, pues se trata de una diócesis peculiar con cientos de miles de militares, guardias civiles y policías nacionales, con muchos jóvenes y academias militares y de policías que atender. Tiene también un seminario con diez jóvenes. Además, el arzobispo respondió a diversas preguntas y cuestiones que le plantearon los sacerdotes. Expresó sobre todo su convicción de la necesidad de formar y evangelizar a los bautizados escasamente integrados en la Iglesia para que sean apóstoles seglares.
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