No es fácil que te ocurra algo así pero justamente hoy, dentro de la XLV Jornadas de Actualización Teológica que el Ateneo de Teología de Madrid organiza anualmente en el Soto del Real, Tomás Alvira – hijo de este matrimonio – nos presentó el estado actual del proceso de Beatificación y Canonización de sus padres Tomás y Paquita que se abrió en Madrid el año 2009 y que actualmente se encuentra en la fase romana.

“Tú eres el Camino de ella hacia el Cielo; y tú el de él”, decía San Josemaría a los esposos. Tomás y Paquita siguieron ese consejo y buscaron la vida ordinaria en su matrimonio. Los dos reciben de Dios la llamada a vivir la vocación al Opus Dei, ser santos en medio del mundo, y fueron fieles a este espíritu que además supieron transmitir a sus hijos y a otras muchas personas reflejando a través de sus vidas un ejemplo de vida cristiana. Con palabras de San Josemaría Escrivá hicieron de su casa “un hogar luminoso y alegre”.
La vida de los dos expresa en sí misma la práctica en el ejercicio heroico de las virtudes cristianas. La Santa Misa constituía el centro y raíz de su vida interior. Ayudados por la gracia divina, procurando mantenerse en presencia de Dios, supieron llenar de contenido sobrenatural sus quehaceres ordinarios, familiares, profesionales y sociales.
Los dos de origen aragonés, pertenecieron como Supernumerarios al Opus Dei: Tomás desde 1947 y Paquita desde 1952. Tomás conoce a San Josemaría en los difíciles tiempos que se ciernen en torno a la guerra civil española de 1936: se encuentra con José María Albareda en el momento en que le visita San Josemaría Escrivá. Se saludan y San Josemaría no se queda mucho tiempo; se disculpa y sale enseguida. Tomás le acompaña y el sacerdote le pregunta ¿dónde vas?, y le contesta donde usted vaya y, a partir de ese momento tiene con él su dirección espiritual y asiste a medios de formación en DYA. Incluso, en el paso de los Pirineos, Tomás formará parte del grupo de los que acompañan a San Josemaría.
Después de padecer difíciles y duras enfermedades los dos entregan su alma a Dios. Sus vidas son testimonio de búsqueda de la santidad en la vida corriente de cada día, aquella a la que Dios les había llamado para formar una familia y ejercer el trabajo profesional: Tomás como Catedrático del Instituto Ramiro de Maeztu y Paquita como maestra; los dos se convierten en vidas ejemplares sin que fueran algo extraordinario al margen de lo que constituía en cualquier cristiano una vida ordinaria. Justo esto llevó al Dicasterio para las Causas de los Santo a incluirles en una publicación de la Librería Editrice Vaticana, LA SANTIDAD EN LAS FAMILIAS DEL MUNDO, junto a algunos matrimonios como los padres de Santa Teresita del Niño Jesús, Louis y Zélie, ya en los Altares; y otros matrimonios cuyo proceso sigue en marcha hasta el momento de declaración por la Iglesia de su santidad y puedan ser incluidos en el catálogo de los santos.
Tomás su hijo, se ganó la atención de todos durante su intervención; y el material en forma de Hojas informativas y estampas desapareció muy pronto.
José Ignacio Varela
Director del Ateneo