El “genocidio americano” fue el tema expuesto en esta ocasión
En el verano de 2022 tuve la suerte de estar en Centro América varias semanas y, entre otras muchas actividades, celebré un encuentro con sacerdotes diocesanos de Guatemala a quienes acompañaban varios obispos y, entre otros, el secretario de la conferencia episcopal. Al terminar el encuentro nos quedamos un momento a solas los obispos presentes, algunos sacerdotes y yo. Aprovecharon el momento para pedirme la opinión acerca del modo de plantear el V Centenario del comienzo de la Evangelización en aquellas tierras que se está celebrando ahora.
Precisamente, hoy en el Ateneo de Teología de Madrid hemos celebrado el seminario de profesores del Departamento de disciplinas históricas del “Studium generale” de la región del Opus Dei en España, al que han asistido, como es habitual, profesores provenientes de varias ciudades de España y de diversas universidades de Madrid, como la Universidad Complutense, Universidad Europea, la Francisco de Vitoria, el CEU San Pablo, el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, la Conferencia episcopal, la Universidad Eclesiástica San Dámaso, etc.
El tema del encuentro se presentaba con una formulación atrevida: “el genocidio americano”, y ha sido desarrollado con gran altura académica y soltura de exposición por la Prof. Dra. Dª María Saavedra Inaraja, profesora titular de historia de América de la Universidad San Pablo-CEU de Madrid. A ella, finalmente, le trasladamos la pregunta de los obispos de Guatemala.
La profesora Saavedra ha comenzado recordando la existencia de leyendas negras y leyendas rosas o aureas, y ha explicado que tanto unas como otras son falsas, puesto que la realidad histórica se mueve en una gama de grises con tintes más oscuras o más claros dependiendo de lo que se desee subrayar.
Indudablemente, los españoles que llegaron a América, como los españoles que aplicaron las bulas alejandrinas, eran hombres de su tiempo que “conquistaron, recibieron la donación y evangelizaron aquellas tierras”. Es decir, aplicaron las condiciones que les pedía el papa Alejandro VI en sus cinco bulas Inter caetera de 1493: donar, partir el mundo en dos y evangelizar.
Es claro que las autoridades civiles no sólo legislaron a favor del indio y de su condición de súbdito de la corona de Castilla, miembro de pleno derecho, y necesitado de una esmerada atención pastoral y humana, sino que se preocuparon de que se aplicara la frondosa legislación de indias y, a través de los juicios de residencia, exigieron cuentas a todas las autoridades nombradas por un tiempo para gobernar las indias a lo largo de un inmenso continente.
Lo que ha quedado claro es que son muchos más los beneficios que los errores y el fruto de la presencia española en América es de una inmensa profundidad y altura. No hace falta comparar con otras naciones: la diferencia está en el mestizaje o no.
José Carlos Martín de la Hoz
María Saavedra Inaraja, “La forja del nuevo mundo”, Sekotia, Madrid 2008, 222 pp.
En pocos días aparecerá en esta página del Ateneo de Teología la conferencia de la profesora Saavedra.