Brasil, presente en el Ateneo de Teología
- Ateneo de Teología
- 21 ene 2024
- 2 Min. de lectura
Nos juntamos una buena peña en el Ateneo, es sábado y, aunque venimos menos
que de ordinario hoy nos reunimos un buen grupo, al igual que otros sábados, para
compartir noticias de actualidad, reflexionar sobre temas o cuestiones que a un sacerdote le inquietan, participar de un almuerzo distinto al habitual y siempre jugoso y, por supuesto, rezar.

Hoy el día tenía el aliciente de la visita que nos hacía el Padre Fernando, sacerdote
brasileño. Su parroquia, de la que procede y en la que ejerce su ministerio, se llama San Francisco Javier y está en Río de Janeiro. Nos contó que cuenta esa parroquia con una feligresía de 50.000 almas y en ella se realiza una amplia actividad de catequesis de jóvenes y adultos. Se presta una particular atención a los chicos que dan esperanzas de vocación sacerdotal: él mismo es uno de esos chicos de tiempos anteriores y ahora otros dos se forman en el Seminario diocesano. La Adoración al Santísimo ofrece la imagen de piedad de tanta gente que acude para acompañar al Señor. El trabajo de Cáritas, los cursos prematrimoniales, y los múltiples grupos eclesiales que se reúnen proyectan la perspectiva propia de un cuerpo vivo y en crecimiento.
Explicó que esa parroquia, dependiente antes de la Compañía de Jesús es, desde
hace trescientos años una parroquia diocesana. El Párroco de origen chino lleva treinta años afincado en Brasil.

A él le tocó realizar estudios eclesiásticos fuera de su país. Primero lo hizo en la
Universidad de Navarra como seminarista; volvió a su diócesis para ser ordenado y completa ahora su formación académica con estudios Bíblicos en Jerusalén. Recuerda con agrado su estancia en Pamplona, los años en Bidasoa, aquellos compañeros de tantas nacionalidades que le ayudaron a enriquecer su personalidad.
En la sala del Ateneo de Teología en Madrid, un repostero de Jerusalén ocupa un
buen paño de pared. En un rato de conversación nos explicó cuál era el lugar de su
residencia en el Monasterio de la Flagelación, sus estudios en italiano con los franciscanos, y habló de la Casa de Santiago en la que hay interés de convertir en un Centro de Estudios Bíblicos en castellano.
Se refirió a la situación de conflicto actual y nos pidió oraciones para la Tierra de
Jesús, petición que estamos dispuestos a seguir cumpliendo.